DISCONTINUIDAD: el proyecto es discontinuo porque una vez ejecutado no se
repite de manera continuada.
Un proyecto tiene un comienzo y un
final determinado, y se trata de un conjunto de actividades secuenciadas que se
ejecuta una vez de forma excepcional y no de manera repetitiva; es decir, estas
actividades que se han realizado en este proyecto van relacionadas con un/os
objetivo/s concreto/s para generar un servicio, un prototipo, etc.
Si el resultado es bueno y se convierten
en actividades destinadas a que ese servicio o prototipo se transforme en un
producto concreto, ya no estaremos hablando de proyecto sino de un proceso de
producción cíclico. Por ello, el proyecto es discontinuo porque una vez
ejecutado no se repite de manera continuada.
IRREVERSIBILIDAD: a lo largo de la vida del proyecto es necesario tomar
muchas decisiones para poder progresar y avanzar. Estas decisiones son
generalmente irreversibles o con un grado de irreversibilidad mayor que en una
producción rutinaria. En algunos casos es necesario dar marcha atrás a la
decisión y esto acarrea importantes perjuicios económicos o retraso en el plazo
de ejecución.
ENTIDAD, TAMAÑO Y ALCANCE: un proyecto es algo importante para la entidad bien porque
requiere inversiones cuantiosas y/o bien porque está encaminado a producir un
resultado de gran entidad y consecuencias trascendentes para la empresa o para
el conjunto de la sociedad.
MEDIOS IMPORTANTES, VARIADOS Y
CAMBIANTES: los proyectos precisan a lo largo de su
ejecución de personas y recursos materiales muy variados y que además
participan en el mismo con distinto grado de implicación en cada actividad o
fase. Es importante la gestión de estos medios para optimizar su aportación y
también los costes asociados. En la gestión de los proyectos este es uno de los
puntos de mayor complejidad.
DINAMISMO Y EVOLUCIÓN: a diferencia de los trabajos continuos, que pueden llegar a
ser más estables o rutinarios, el proyecto está en constante movimiento y
crecimiento y ello requiere un gran dinamismo y agilidad por parte de cuantos
participan en él.
En el proyecto se suceden hechos
imprevistos, se incorporan nuevos recursos o se retiran los que ya hayan
cumplido su tarea, se terminan fases, se comienzan nuevas, etc. En definitiva,
se vive una situación de inestabilidad permanente, con frecuentes cambios y con
momentos en que se requiere un ritmo de actividad casi frenético.
INFLUENCIAS EXTERNAS: es frecuente, sobre todo en proyectos de gran envergadura,
que estén sometidos a influencias externas ejercidas por el entorno social,
político o económico. Estas presiones pueden afectar al resultado del proyecto
aunque técnicamente y en su gestión éste haya sido totalmente correcto.
RIESGO: casi todo proyecto implica riesgos importantes que es
necesario analizar para prevenirlos y estar preparados para tomar medidas que
permitan minimizar el impacto. A veces se piensa solo en los riesgos derivados
de las dificultades técnicas pero hay que tener en cuenta otros factores de
riesgo: pérdidas económicas producidas por retrasos, averías, daño a la imagen
de la empresa, consecuencias sociales, pérdida de clientes, etc.
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