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viernes, 17 de septiembre de 2021
martes, 14 de septiembre de 2021
viernes, 10 de septiembre de 2021
viernes, 3 de septiembre de 2021
Documentos de un proyecto técnico.
1.- El proyecto de edificación.
2.- ¿Qué es el proyecto eléctrico?.
3.- Prioridad de los documentos de un proyecto.
4.- Fases de la gestión de proyectos industriales.
1. El proyecto de edificación.
El proyecto de
edificación es todo aquel proyecto que se rige por la Ley de Ordenación
de la Edificación. En resumen, es todo aquel proyecto necesario
para la construcción o rehabilitación de cualquier tipo de edificio.
El proyecto engloba una serie de documentos que vienen recogidos en el Código Técnico de la Edificación, o CTE. A grandes rasgos, los documentos de proyecto obligatorios, según el CTE, son los siguientes:
Memoria.
Planos.
Pliego de condiciones.
Mediciones.
Todos estos apartados son obligatorios y pueden incluir partes redactadas
y firmadas por otros técnicos diferentes al principal. Existen documentos
que, aunque en el CTE vienen incorporados como anexos a la memoria, tienen
entidad propia y son obligatorios en cualquier proyecto. Estos son los
siguientes:
Plan de Control de Calidad.
Estudio para la Gestión de Residuos en
Obra.
También existen otros documentos que pueden ser o no obligatorios, según los casos, y que suelen estar redactados por técnicos diferentes. Los más habituales son los siguientes:
Estudio de Seguridad y Salud o Estudio Básico de Seguridad y Salud.
2.- ¿Qué es el proyecto eléctrico?.
Una
instalación eléctrica es el conjunto de conductores (cableado) y aparatos
(transformadores, contadores, protecciones contra sobrecarga y fugas, etc...),
destinados a una operación correcta y segura de los aparatos (terminales) que
consumen energía eléctrica en una vivienda, edificio, local comercial, nave
industrial, etc...
Debe distinguirse entre instalaciones de baja tensión (BT), alta tensión (AT o media MT).
Para el caso de instalaciones nuevas o de reformas sustanciales en viviendas, locales o industrias, será necesaria la redacción previa de un proyecto de instalación de baja tensión, en este caso se tratan las instalaciones de baja tensión por ser el tipo de instalación más frecuentemente destinada al usuario final, que defina, diseñe y valore dichas instalaciones.
La
puesta en servicio de este tipo de instalaciones requerirá, además del
mencionado proyecto, de diversos trámites como la solicitud de punto de
enganche y de certificados como el certificado final de obra, la inspección por
un organismo de control autorizado (OCA) o el certificado del instalador
(boletín eléctrico), antes de proceder a la solicitud de conexión a la red de
suministro.
2.1.- ¿Cuándo solicitar un proyecto eléctrico?
Antes
de proceder a la ejecución de las instalaciones deberá solicitarse el proyecto
y posteriormente los distintos certificados.
2.2.- ¿Cómo conseguir un proyecto eléctrico?
En
la fase de redacción del proyecto eléctrico se solicitará a la compañía
suministradora el punto de enganche a la red si es que el edificio, vivienda,
local o nave aún lo tiene uno asignado o ya dispone incluso de un contador. Una
vez finalizado el proyecto se llevará a cabo la obra bajo la supervisión del
técnico redactor del proyecto, quién al finalizar emitirá el certificado final
de obra garantizando que las instalaciones se han ejecutado conforme a lo
descrito en el proyecto. Posteriormente el instalador (electricista
especialmente cualificado), deberá emitir el certificado de instalación
eléctrica en baja tensión (boletín eléctrico) y presentar una serie de
documentos ante la administración pública autonómica (generalmente consejerías
de industria y energía). Una vez completados estos trámites, se presentará toda
la documentación solicitada por la compañía suministradora, que procederá a dar
suministro a la instalación desde su red de distribución.
2.3.- Normativa y requisitos del proyecto eléctrico
Real
Decreto 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento
electrotécnico para baja tensión
Normativa
municipal y autonómica que regula los trámites administrativos.
Normas
de enlace de las compañías suministradoras.
2.4.- Por
qué lo necesito
Para
realizar una instalación eléctrica nueva o realizar una reforma sustancial de
una existente. La compañía suministradora de luz y la administración pública
exigirán el cumplimiento de la normativa vigente en materia de instalaciones
eléctricas previa a la concesión del suministro.
2.5.- Dónde
Según
la finalidad del proyecto, este deberá presentarse en el ayuntamiento (para la
obtención de licencias de actividad) o en la consejería de industria y energía
correspondiente (caso de comunicación previa de puesta en servicio de
instalaciones en baja tensión). También deberá tramitarse el alta del
suministro en las oficinas de la compañía suministradora. Estos trámites pueden
hacerse de manera presencial y en algunas CC.AA y municipios de manera
telemática.
2.6.- Quién
lo hace
El
proyecto eléctrico suelen realizarlo los mismos técnicos o instaladores que se
ocupen de la instalación eléctrica. El paso final de solicitud de suministro a
la compañía lo debe hacer quien pretenda la titularidad de dicho suministro.
3.- Prioridad de
los documentos de un proyecto
Por muy bien que esté elaborado un
proyecto, es habitual que existan pequeñas discrepancias entre
el presupuesto y los planos, las memorias u otros documentos, ya sea por error,
omisión o simplemente por falta de detalle. En estos casos, es importante que
exista un orden de prioridad.
No existe una normativa a nivel estatal que establezca un orden de prioridad (prelación o prevalencia) de unos documentos sobre los otros. Cada administración puede establecer sus criterios propios. El criterio más ampliamente aceptado es el siguiente:
- Presupuesto.
- Planos.
- Pliego de prescripciones técnicas.
- Memoria.
En obras privadas, si no se estipula lo
contrario, el criterio más extendido es este mismo, hasta tal punto que muchos
constructores solo leen el presupuesto y algunos planos, obviando completamente
tanto las memorias como el pliego de condiciones.
En definitiva, más importante que
saber qué documentos son contractuales es saber cuál es la prioridad
entre unos y otros documentos.
Este tema es importante sobre todo
en obras públicas, donde se realizan contratos cerrados entre una
constructora y la administración por un precio establecido previamente,
normalmente bajo concurso público. En obras privadas normalmente
se paga lo que se ejecuta y, en caso de discrepancia, es mejor consensuar
previamente el presupuesto entre las partes.
Cabe mencionar también que los
documentos del proyecto son contractuales entre el promotor y la empresa
constructora durante la ejecución de la obra. Pero si un proyecto se modifica
durante la ejecución de la obra a instancias de la dirección facultativa,
siempre que el promotor esté conforme, no afectará al contrato.
Estas modificaciones, si son de
envergadura, han de ser reflejadas en un modificado del proyecto.
Una vez obtenida la licencia de primera ocupación, lo
importante no será el contenido del proyecto, sino la calidad de la edificación
realizada.
4.- Fases de la gestión de proyectos industriales.
Como
en muchos otros proyectos, las fases en las que se estructura la gestión de
proyectos industriales son tres:
4.1.- En
esta primera fase se lleva a cabo un estudio previo del proyecto, un análisis
inicial para valorar la viabilidad del proyecto antes
de ponerlo en marcha. Este estudio se realiza teniendo en cuenta las bases
establecidas por los clientes o por la propia empresa, en función de si el
proyecto es interno o externo.
Algunas
de las cuestiones claves que se deben tener en cuenta durante esta fase es
la normativa legal vigente, que muchas veces
limita la puesta en marcha de estos proyectos.
A
lo largo de esta fase se deben promulgar los objetivos, señalar el alcance, elaborar
los planos, identificar los recursos, distribuir las tareas, planificar el
cronograma o desarrollar el presupuesto, entre otras muchas tareas.
4.2.- Todos
estos datos deben reflejarse en un documento
que servirá de guía para la puesta en marcha del proyecto y como referente
para explicar o presentar el proyecto a clientes o inversores.
4.3.- Es
el momento en el que se llevan a cabo las
acciones planificadas. A lo largo de todo este proceso, el seguimiento y
evaluación continua son imprescindibles para detectar a tiempo posibles
desviaciones y poner en práctica posibles soluciones que eviten o minimicen las
consecuencias.
Constituye
la última fase del proyecto. En esta fase se procede a la entrega del proyecto.
Lo ideal es que tras la entrega finalice el proyecto, sin embargo, no siempre
es así.
4.4.- Tras
la entrega se hacen comprobaciones y seguimientos, y se ofrece asistencia técnica, hasta que se cumplen todas las
condiciones establecidas inicialmente.
Hecha
esta distinción, es preciso señalar que los proyectos de ingeniería industrial
se caracterizan por ser complejos, integrales y
multidisciplinarios. Veamos en qué consiste el proceso de elaboración de un
proyecto de esta naturaleza:
Recoge
los planteamientos iniciales y justifica
las soluciones adoptadas en cada fase del proyecto. Se incluyen las
descripciones pertinentes, los planos a gran escala y las valoraciones
aproximadas. Es el marco del proyecto.
La
memoria amplía el factor descriptivo enunciado en el anteproyecto. Cuenta con
cuatro elementos básicos:
1.
Descripción de actividades y procesos a ejecutar.
2.
Cálculos de todos los componentes del proyecto.
3.
Planificación y programación (a través de un diagrama).
4.
Anejos u otras consideraciones para la ejecución.
Son
los documentos más empleados durante la ejecución de las tareas. Deben ser
completos, concisos y suficientes, pues incluyen
la información necesaria y detallada del proyecto en sí mismo. Pueden ser
generales o de detalle, aunque en lo que no podrán variar es en el cumplimiento
de formatos básicos para su comprensión, lectura y utilización.
Desde
la perspectiva contractual, se trata del documento más importante de un
proyecto industrial. Los planos fijan lo que
debe hacerse, mientras que el pliego de peticiones indica cómo llevarlo a cabo.
Las condiciones de un documento de este tipo pueden ser materiales, económicas,
legales o administrativas, entre otras. Es el marco general para la aplicación
del proyecto.
Como
cualquier presupuesto, se trata de un documento orientativo y que sirve para
tener una idea de los costes y las mediciones del
proyecto en general. Otra forma de emplearlo es en fases concretas.
Finalmente,
con todos estos documentos recopilados se procede a la redacción del texto sobre la obra en concreto.
Algunas consideraciones para esta etapa, la más importante de la elaboración
del texto, son las siguientes:
1.
Se debe definir la obra sin ambigüedades ni contradicciones.
2.
No utilizar más documentación que la ya recabada.
3.
Dejar claro los objetivos y las conclusiones de la obra.
Proyectos
para las administraciones públicas
En
el caso de que el proyecto se realice para cualquier administración pública,
este se regirá por la Ley de Contratos del Sector Público,
publicada en 2017. El contenido mínimo del proyecto, en este caso, será el
siguiente:
“a)
Una memoria en la que se describa el objeto de las obras, que
recogerá los antecedentes y situación previa a las mismas, las necesidades a
satisfacer y la justificación de la solución adoptada, detallándose los
factores de todo orden a tener en cuenta.
b)
Los planos de conjunto y de detalle necesarios para que la
obra quede perfectamente definida, así como los que delimiten la ocupación de
terrenos y la restitución de servidumbres y demás derechos reales, en su caso,
y servicios afectados por su ejecución.
c)
El pliego de prescripciones técnicas particulares, donde se hará la
descripción de las obras y se regulará su ejecución, con expresión de la forma
en que esta se llevará a cabo, las obligaciones de orden técnico que
correspondan al contratista, y la manera en que se llevará a cabo la medición
de las unidades ejecutadas y el control de calidad de los materiales empleados
y del proceso de ejecución.
d)
Un presupuesto, integrado o no por varios parciales, con expresión
de los precios unitarios y de los descompuestos, en su caso, estado de
mediciones y los detalles precisos para su valoración. El presupuesto se
ordenará por obras elementales, en los términos que reglamentariamente se
establezcan.
e)
Un programa de desarrollo de los trabajos o plan de obra de
carácter indicativo, con previsión, en su caso, del tiempo y coste.
f)
Las referencias de todo tipo en que se fundamentará el
replanteo de la obra.
g)
El estudio de seguridad y salud o, en su caso, el estudio
básico de seguridad y salud, en los términos previstos en las normas de
seguridad y salud en las obras.
h)
Cuanta documentación venga prevista en normas de carácter
legal o reglamentario”.
Diferencias
entre proyecto público y proyecto privado
Presupuesto.
Planos.
Pliego de prescripciones técnicas.
Memoria.
Como
podemos apreciar, el contenido mínimo de un proyecto privado y de uno público
es similar. Las diferencias principales son las siguientes:
El pliego
de condiciones se sustituye por el pliego de prescripciones técnicas
particulares, debido a que el Pliego de Cláusulas Administrativas Generales
para la Contratación de Obras del Estado es común para cualquier obra pública.
El presupuesto de
las obras públicas ha de incluir los precios unitarios y los descompuestos,
mientras que en las obras privadas los precios descompuestos no son necesarios.
En
las obras públicas es necesario incluir un plan de obra.
¿Qué
documentos son contractuales?
Todos
los documentos indicados anteriormente son obligatorios en un
proyecto y han de respetarse durante la ejecución de la obra. Ahora bien,
durante la ejecución de dicha obra algunos aspectos de esta pueden cambiar,
tanto por decisiones de proyecto como por decisiones puramente técnicas. Por
ello hacen falta las figuras del director de obra y del director de ejecución
de la obra, que habitualmente son arquitectos y arquitectos
técnicos, respectivamente.
En
una obra privada, para determinar qué documentos son contractuales
habrá que dilucidar primero si hay algún tipo de contrato. Es
muy recomendable que exista un contrato entre el promotor y el
constructor (contratista, empresa constructora, etc.). Es conveniente
que en este contrato venga reflejada, entre otras cosas, la prioridad de los
documentos en caso de discrepancias. De no haber contrato o no especificarse
este criterio, podemos acudir al propio proyecto, en su pliego de condiciones,
donde a veces se estipula la prelación de cada documento.
www.certicalia.com/blog/documentos-contractuales-proyecto-construccion
www.obsbusiness.school/blog/fases-para-elaborar-un-proyecto-de-ingenieria-industrial